Junta Editorial del Periódico Sacramento Bee
La Junta Estatal de Educación esta apunto de tener una insurrección en sus manos. Unos 200 californianos a lo largo del estado se preparan para abordar autobuses a tempranas horas de la mañana a fin de estar presentes durante un punto importante que está incluido la agenda que tendrá lugar a las 8 a.m. de hoy.
¿Qué es lo que está causando este alto nivel de interés y desagravio?
La junta ha presentado un bosquejo inicial de las reglas para implementar la nueva fórmula estatal para el financiamiento educativo. Y de las cuatro esquinas del panorama político, la gente que trabajó muy duro por la promulgación de la nueva ley y apoyaron al gobernador, hoy se sienten traicionados.
Ellos pensaron que la nueva ley era clara. Los Distritos locales no continuarían gastando dineros en una gama de programas “categóricos” dictados por el estado. Al contrario, ellos recibirían un monto base por estudiante para cubrir el costo básico de la educación de un estudiante promedio, además de un financiamiento adicional para los estudiantes más necesitados.
El Gobernador Jerry Brown había expresado claramente: “Nuestro futuro no depende del financiamiento indiscriminado, sino que reside en el financiamiento desproporcionado hacia aquellas escuelas que también poseen obstáculos desproporcionados.” Él ahora necesita aclarar que todavía defiende este importante principio.
Bajo la nueva ley, la junta estatal tiene hasta el 31 de Enero para presentar las regulaciones que “gobiernan los gastos de los fondos” a fin de “incrementar o mejorar los servicios” para los estudiantes más necesitados “en proporción al incremento de ingresos,” y basados en el numero y la concentración de estudiantes en un distrito escolar.
Pero la primera delineación que se discute hoy está sorpresivamente alejada de la meta original. Los críticos indican que “estas regulaciones le permitirían a los distritos escolares utilizar los fondos en cualquier forma que desearan, sin tener que demostrar que están utilizando los fondos estatales para incrementar o mejorar los servicios para los estudiantes más necesitados.”
Bajo la presente propuesta, los distritos escolares pueden escoger entre tres opciones: gastar más, proveer más, o lograr más. La posible corrupción de este sistema es ilimitada.
La opción de “proveer más” esta divorciada de la opción “gastar más,” y los distritos escolares podrían determinar que han “gastado más” en los estudiantes más necesitados – como por ejemplo, reducir el número de estudiantes por aula para todos los estudiantes – sin actualmente incrementar o mejorar específicamente los servicios para los estudiantes en condiciones desventajosas.
Pero el gran problema reside en la opción de “lograr más.” Ya que no requiere que los dineros o servicios estén destinados para los estudiantes más necesitados. Un distrito podría mejorar su Índice de Rendimiento Académico en un solo punto durante un periodo de dos años, sin nunca haber incrementado los servicios para los estudiantes que están en condiciones desventajosas. Estarían libres de utilizar los dólares adicionales de cualquier manera – por ejemplo, la construcción de un nuevo estadio de futbol o la decisión de un aumento salarial para los maestros.
Aun mas, no olvidemos que la Legislatura aprobó y el Gobernador Brown firmó un proyecto de ley titulado “Evaluaciones de Alumnos: Suspensión Temporal.” Así que tendremos un año o más sin información acerca del progreso de los estudiantes a nivel estatal.
Nosotros conocemos bien como funcionó este tipo de flexibilidad en el pasado. El dinero del estado destinado para la educación fue adjudicado en aquellos con las voces más poderosas – los maestros que presionaron por mejoras salariales y las escuelas localizadas en las áreas más adineradas.
California debe asegurarse de que la nueva fórmula del financiamiento escolar funcione de la manera prometida. El Gobernador Brown necesita expresar su opinión, y la junta estatal debe dirigir a sus empleados para que den un paso atrás y reconstruyan las regulaciones con un perfil calificado.